Título:
La Alegría de Vivir
Autor:Cuento
Popular Armenio
Resumen:
Érase una vez un rey que reinó en
un pueblo llamado Mesopotamía, al rey le gustaba salir por la calle
vestido de ropas de pueblo. Un día el rey pasó por una casa y
escuchó un ruido como de música y el rey decidió entrar en la casa
una voz le dijo
Bienvenido
a la casa de Hassam.
El
rey entró humildamente en la casa y empezó a hablar con Hassam, ¿A
qué te dedicas? Y Hassam respondió.
-Yo
soy zapatero
-¿Y
tienes suficiente dinero para hacer este tipo de fiestas? Dijo el rey
No
si no hace falta mucho dinero para hacer este tipo de fiestas.
El
rey dijo
-Y
si el rey prohíbe ese oficio
Y
Hassam respondió
-Ni
que el rey tuviera que hacer otra cosa.
A
la mañana siguiente hubo una orden real: Desde ese momento quedaba
prohibido ejercer el oficio de zapatero. Esa noche el rey fue a casa
de Hassam para haber a lo que haría su nuevo amigo.
El
rey le dijo una pregunta
-Y
como te has ganado hoy el dinero
-Ahora
soy aguador.
Le
dijo Hassam con una gran sonrisa
Y
el rey le hizo otra pregunta.
-¿Y
si el rey prohibiera este oficio?
Pos
me buscaría otro respondió Hassam
A
la mañana siguiente el pueblo se despertó con otra nueva orden el
rey prohibió el oficio de aguador
Así
que esa noche el rey fue a visitar a Hassam
Ahora
trabajaba Hassam como criado
A
la mañana siguiente unos guardias despertaron a Hassam y lo
dirigieron al palacio y lo vistieron de soldado y lo pusieron a
vigilar en la puerta.
Esa
noche otra vez se oía el ruido de la fiesta en la casa de Hassam no
te lo vas a creer a venido a vestirme de soldado para llevarme luego
al palacio.
El
rey dijo
-Allí
ganarás mucho dinero.
Y Hassam respondió
-No
creas hoy no he obtenido nada de dinero.
Y
le dijo al rey
-Hoy he hecho la fiesta gracias al dinero al vender hoja de acero de su
espada.
¿Y
si te ordenan usar la espada?
Al
día siguiente Hassam mandó decapitar a un bandindo en presencia del rey. La
espada de Hassam era de madera y el rey estalló a reír sorpredido
por el ingenio de Hassam. Luego le dijo a Hassam que él era el
desconocido que iba a visitarlo a su casa. Al final Hassam fue
nombrado consejero de honor. Y nunca más cambió de oficio.
Opinión:
Este cuento ha estado muy bonito cuando Hassam cambió tanto de
oficio